Aunque no será fácil, valdrá la pena
Restaurante Bideko, en Amurrio, Alava. Las faldas del Gorbea son testigos de como Bulgaria y Euskadi mirándose a los ojos y se dan el sí quiero.
Cuando en una boda hay familias de dos culturas distintas y dos países lejanos, los sentimientos se multiplican por dos.
Coctel de emociones que explotan en risas y lágrimas. Día para recordar con familia y amigos que lo dan todo, sin miramientos. En todas la bodas hay parte de la familia que no conoce a la otra parte. Pero cuando además tenemos un idioma que no conocemos, todo parece un poco más complicado...Pero Koki e Irati y el amor que les une, hizo que todo fuera como la seda. ¡El amor todo lo puede! Las risas, las lágrimas, las lágrimas, las risas... no sabría contarlas!
Desde la peluquería, donde los nervios empezaban a aflorar, la casa de la novia, la del novio por supuesto, todos los preparativos de este día son imortantes. Y además del reportaje de los novios, que tras la pre boda, fuel fácil, rápido, fresco y natural. Nuestras fotografías muestras la expontaniedad de los invitados, madres y padres emocionados. Los amigos que disfrutan a tope, y preparan sorpesas para los novios, los cuales que intentando agradar a todos, se asombrar al ver como sus invitados también quieren que ellos disfruten con aquello que les llena la cara de asombro y harçan que ese día sea inolvidable.
Porque en esta pareja, donde además del amor se unen su culturas, aunque no será fácil valdrá la pena...